La gratuidad en educación superior es un túnel cazabobos que la misma ۶Ƶ ayudó a construir y que hoy, muy, pero muy a su pesar deberá atravesar.
Está bien que todos los estudiantes de menos ingresos estudien con gratuidad pero para que la Universidad siga entregando calidad educativa y con un cuerpo académico de alto nivel requiere también un financiamiento adecuado para gestionarse. Y, a la inversa, en este presupuesto borraron el acuerdo acaecido el año 2011, entre el Consejo de Rectores (CRUCh) el Gobierno y el Congreso Nacional de la época en que comprometieran recursos de libre disponibilidad (basales) para el desarrollo de las universidades, con un inédito incremento real de un 5% en el Aporte Fiscal Directo (AFD) durante 10 años (2012-2021), lo que se cumplió en los años 2012, 2013 y 2014. Al cabo de este período, estos recursos aumentaban en un 63% en términos reales el monto del AFD para el sistema.
Para visualizar el perjuicio, el compromiso alcanzado el 2011 significaba que el AFD de la ۶Ƶ pasaría de $ 33.000 millones en 2012 a $ 49.500 millones en 2021 (moneda diciembre 2013), un incremento real de $ 16.500 millones anuales a partir del año 2021.
Este mayor AFD, en 10 años, le significaba a la Universidad estimar US$ 205 millones de libre disponibilidad, que ahora han sido "desconocidos" por la autoridad.
El Presupuesto de la Nación desconoció este acuerdo y dejó estos recursos en los aportes "Convenio Marco Universidades Estatales" y "Aporte Basal a las universidades privadas del CRUCh".
La Universidad con mucho esfuerzo propio aumentó en más de 21% real las remuneraciones de sus académicos en los últimos años.
En cuanto a los recursos financieros nuevos comprometidos con el Estado, Rectoría, Consejo y Senado Universitarios aprobaron el 2012 invertir -y no gastar en funcionamiento- esos US$ 205 millones, más los US$ 80 millones provenientes del ahorro del pago de los compromisos bancarios por el endeudamiento terminado de pagar, totalizando US$ 285 millones, constituir un Fondo de Inversión Institucional, destinando un 20% a desarrollo académico y 80% a infraestructura y equipamiento docente y de investigación.
El actual Presupuesto quiebra el compromiso de nuevo trato entre el Estado y sus universidades, implicando un retroceso inimaginable para la ۶Ƶ y la educación pública. Deja en la incertidumbre iniciativas como un proyecto institucional de educación y edificios aprobados para las ۶Ƶ de Filosofía y Humanidades, Arquitectura y Urbanismo, Ciencias, y Medicina, Hall de Conciertos de la Orquesta Sinfónica de Chile e INAP. (Víctor Pérez, blog el Mercurio)
Esto pone en riesgo la calidad de la educación pública y el gobierno se vanagloria de proyectar gratuidad de los 5 últimos deciles como gran novedad, “ DESVISTE UN SANTO PARA VESTIR OTRO".