Reconocido como uno de los líderes mundiales en investigación genómica, el doctor Harris Lewin visitó la ۶Ƶ para participar en el II Workshop Nacional "Ciencia genómica para conservar la biodiversidad: El futuro está en el ADN", organizado por el . Profesor en la Arizona State University y miembro de la National Academy of Sciences, Lewin encabeza el ambicioso , una iniciativa internacional que busca secuenciar el ADN de todas las especies eucariotas del planeta.
Durante su paso por Santiago, el científico valoró el rol de la , destacando el liderazgo alcanzado en Latinoamérica y la consolidación de una ۶Ƶ científica capaz de aportar al esfuerzo global por conservar la biodiversidad. En esta entrevista, reflexiona sobre los desafíos urgentes que enfrentamos como humanidad, la necesidad de involucrar a la ciudadanía en la comprensión de la genómica, y el papel clave que tendrán las nuevas generaciones en esta cruzada por el futuro del planeta.
- Bienvenido a Chile, Dr. Lewin. ¿Qué significa para usted participar en este workshop en la ۶Ƶ y cómo ve su importancia en el contexto global de la investigación genómica?
Para mí es una de las experiencias más gratificantes. Este proyecto comenzó como una idea en 2018 y hoy ya hay 58 proyectos en todo el mundo. Ver que Chile pasó de no tener un proyecto en 2019 a ser uno de los más relevantes en Sudamérica me llena de orgullo. Volver y ver el progreso es como ver la diferencia entre el día y la noche.
- Usted lidera uno de los proyectos científicos más ambiciosos de la historia: el Earth BioGenome Project. ¿Cómo lo explicaría en términos simples?
Es crear una enciclopedia del ADN de toda la vida eucariota del planeta. Queremos secuenciar el material genético de cada especie, menos las bacterias, para entender su herencia biológica y poner ese conocimiento al servicio de la humanidad.
Tener este catálogo genético permitirá abordar desafíos urgentes en salud, agricultura, conservación y bioeconomía. Desde descubrir nuevos medicamentos hasta mejorar cultivos o salvar especies en peligro, contar con esta información es como tener el manual de instrucciones de la vida. Y mientras más especies perdemos sin conocer su genoma, más páginas se borran de ese manual para siempre.
- ¿Por qué es urgente hacerlo hoy? ¿Qué está en juego si no lo hacemos?
Estamos entrando en la sexta gran extinción de la historia de la Tierra, causada por el cambio climático, la fragmentación de hábitats, la contaminación y la sobreexplotación. Si perdemos especies sin conocer su ADN, las perderemos para siempre. Y con tecnologías futuras, podríamos incluso revivir especies, pero solo si tenemos su información genética. Además, muchas soluciones para enfermedades o problemas alimentarios pueden estar escondidas en esa biodiversidad que podríamos perder.
- Usted mencionó que ya se han secuenciado más de 2.400 genomas de referencia. ¿Qué descubrimientos le han sorprendido más hasta ahora?
Aún estamos empezando, pero en mi área, que es la evolución de los genomas, ha sido fascinante ver cómo la organización del ADN ha cambiado a lo largo del tiempo evolutivo. Esos cambios explican muchas adaptaciones y características de las especies. En insectos sociales, por ejemplo, estamos descubriendo cómo se comunican a nivel genético. La ciencia está avanzando tan rápido que las grandes revistas apenas alcanzan a publicar los hallazgos.
- Uno de los ejes de este workshop es el uso de la genómica para conservar la biodiversidad. ¿Puede darnos un ejemplo concreto?
Un gran ejemplo es el California Conservation Genomics Project. Estudia 250 especies amenazadas en ese estado. Primero se crea un genoma de referencia y luego se secuencian múltiples individuos de distintas poblaciones. Con eso, se evalúa su diversidad genética y se define cómo manejarlas mejor. Gracias a este trabajo, el estado está usando esa información para diseñar nuevas políticas de conservación. Es ciencia aplicada directamente al territorio.
- Este proyecto es altamente colaborativo. ¿Qué rol cumplen investigadores latinoamericanos y chilenos en este esfuerzo global?
Es fundamental. La biodiversidad está distribuida globalmente, y Sudamérica alberga una enorme riqueza biológica. Chile, en particular, tiene una alta tasa de especies endémicas y una geografía única que lo convierte en un laboratorio natural. Además, tienen un equipo excelente, con científicos motivados, jóvenes talentosos y una estructura bien organizada con el proyecto 1000 Genomas.
- Usted ha trabajado en diversas disciplinas e instituciones. ¿Qué consejo le daría a jóvenes científicos interesados en genómica y biodiversidad?
Que no duden en tener grandes ideas. Hoy los jóvenes no preguntan si hay dinero o si se puede hacer, simplemente quieren proteger la vida. Esta área les permite tener un impacto real. Mi consejo es que estudien, conecten con otros jóvenes científicos del mundo y sean valientes. Este proyecto es de ustedes.
- Este evento también promueve el compromiso ciudadano. ¿Por qué es importante que la ciudadanía entienda y se interese por la genómica?
Porque la ciencia está transformando el mundo a gran velocidad. La Genómica es clave en salud humana, agricultura y bioeconomía. Todos deben entender de dónde viene su comida, cómo se desarrollan nuevos tratamientos o cómo se crean frutas más resistentes. Si las personas entienden, apoyan. Y si no lo hacen, los proyectos pierden legitimidad. La educación científica es esencial para construir sociedades que lideren el futuro.
- Finalmente, ¿qué ha sido lo que más lo ha inspirado en su visita a Chile y en la ۶Ƶ?
La gente. Los científicos, los estudiantes, el equipo chileno me impresionó muchísimo. Muchos se han formado en mi universidad o en otras de EE.UU., y hoy lideran desde aquí. También me encanta el país: su paisaje, su comida, su cultura. Es como una California del sur, y deben cuidarla mucho.
- ¿Hay algún mensaje que quiera dejarle al mundo, especialmente a las nuevas generaciones, sobre el Earth BioGenome Project y el futuro de la biodiversidad?
Sí: que persigan sus ideas con pasión y no dejen que nadie les diga que es imposible. Lo que comenzó como un sueño hoy es una realidad. Y espero que lo que partió con mil genomas, pronto sean diez mil, y luego cien mil. El futuro está en sus manos.