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Proyecto ganador del Fondo Valentín Letelier 2024

María José Reyes: “Vincularnos con los territorios nos permite comprender y conocer la diversidad de la cotidianidad chilena”

Proyecto ganador del Fondo Valentín Letelier 2024
María José Reyes, académica del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales.
María José Reyes y su equipo buscan mejorar el ámbito de la salud comunitaria en el territorio de La Legua, San Joaquín.

María José Reyes, académica del Departamento de Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales, es la profesional responsable del proyecto “Universidad y territorio: sistematización de experiencias de un trabajo colaborativo en salud comunitaria”. Esta iniciativa ganadora contará con financiamiento para que la propuesta se materialice. Bajo este cimiento es que María José Reyes y su equipo buscan mejorar el ámbito de la salud comunitaria en el territorio de La Legua, San Joaquín.

Se trata de una alianza transdisciplinaria con dos actores locales relevantes: el Centro Comunitario Vida Nueva y el colectivo FiSura-Teatro Emergencia, agrupación que tiene por objetivo el preservar la memoria local a través de las artes escénicas y que lleva operando en el sector desde el año 2004. En la siguiente entrevista con ۶Ƶ, Reyes profundiza acerca de su iniciativa.

¿Cómo surge este proyecto Fondo Valentín Letelier?

Esto surge a propósito de procesos de investigación que hemos llevado a cabo con un equipo interdisciplinario, que no son solo de la ۶Ƶ, también está la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, la Universidad de Valparaíso y una organización territorial. Partimos estos proyectos con el Fondo de Investigación de la Iniciativa Bicentenario, cuando estaban estas ideas de poder articular creación e investigación, por ahí partimos este camino, pensando en una organización territorial que trabaja a través del teatro y nosotros desde la lógica más académica.

Y en ese proceso de investigación, que han sido distintos proyectos, hemos tenido que empezar a reflexionar cómo articular la lógica territorial y la lógica académica, que ha tenido muchas dificultades, en sus inicios sobre todo. El cómo la lógica académica muchas veces prima por sobre la territorial en términos muy concretos como lo sería el papeleo.

Desde ese tipo de prácticas como más cotidianas de la academia, de alguna manera primaba mucho más esa lógica y empezamos a trabajar respecto a cómo trabajar juntos. Y ahí fuimos desarrollando también la idea de cómo articular y de cómo pensar un trabajo conjunto respecto, tanto a la reflexión, como a formas de hacer en un contexto territorial particular.

Y a propósito de esas investigaciones, un elemento que ha sido central es el vínculo, el cómo generar un vínculo donde vayamos aprendiendo y escuchándonos mutuamente. Y eso implica en muchas ocasiones la lógica académica, apartarla por sobre el vínculo. Ese es el trabajo que hemos estado haciendo. De cómo plasmar lo que hemos estado haciendo en la investigación, cómo poder hacer acción conjunta con ellos, que es parte de la investigación y poder crear en conjunto.

Es ahí donde empieza a surgir esta idea de poder armar algo en conjunto, pero incluso más que en conjunto es cómo poder escuchar la necesidad de una organización territorial y desde ahí poder aportarles. Entonces, nuestra idea en este proyecto es justamente cómo poder generar un experiencia que permita sostener una continuidad de trabajo sin transgredir la lógica de la organización territorial.

¿Cómo han fortalecido la articulación con el territorio? 

Como es un trabajo que lleva años, el equipo de investigación también ha ido aprendiendo a cómo irnos escuchando con las organizaciones. Somos muy cuidadosos y cuidadosas de los tiempos. Llevamos todo el año pasado reuniéndonos en distintos momentos para conversar sobre su propia trayectoria, para nosotros imaginarnos cómo la universidad puede entrar, pero sin arrasar con la organización, sino que pueda irse articulando con la organización.

De poder pensar no sólo en una universidad, sino en más de una, justamente para que no quede esa vinculación con un nombre, sino que aprendan a trabajar con distintas instituciones, aprendamos a trabajar con distintas instituciones. La forma que hemos ido adoptando es que nos reunimos con esa organización para ir afinando la escucha y entendiendo la lógica que se está planteando. Así vamos no solo entendiendo su lógica, sino que también la organización territorial entiende nuestra lógica, y hasta dónde podemos llegar.

En esas conversaciones hemos tenido que ir modulando expectativas entre esta lógica académica y la lógica organizacional y territorial. Y eso es lo que queremos ir afinando. El cómo lo vamos haciendo, qué va resultando y qué no. Porque en estas conversaciones se van a producir dificultades, malos entendidos, pero lo que estamos haciendo en estas conversaciones es ir dejando claridades de cómo vamos resolviendo eso.

¿Qué acciones concretas vamos a ver en la ejecución de este proyecto? 

Hay dos niveles. Este es el primer nivel, que es la generación de una forma de trabajo para salud mental, donde estamos trabajando actualmente con el Centro de Atención Psicológica de la Facultad de Ciencias Sociales y el Centro de Atención Psicológica de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

A través de esos centros psicológicos van a llegar al Centro Comunitario Vida Nueva, que es la organización territorial con la que trabajamos. Van a llegar psicólogos, psicólogas en práctica supervisados por un psicólogo, psicóloga que va a estar todo el tiempo ahí en terreno gracias al Valentín Letelier. También colegas del Departamento de Psicología con un grupo de pasantes que tienen más experiencias. Eso por el área de salud mental en Villa Nueva.

Por otra parte va a estar la salud odontológica comunitaria, que es el equipo que encabeza Marcela Farías, que va a empezar a trabajar con mujeres a promover todo lo que tiene que ver con salud dental. Estamos pensando quizás que vayan a algún colegio de la población. Ahí se están viendo algunas campañas que se puedan hacer, y tratar de avanzar para que en algún momento puedan atender en el centro Vida Nueva como practicantes o internados. Eso con el Centro Comunitario Villa Nueva.

Igual está Teatro Emergencia, que es la otra organización social. Con ellos lo que vamos a hacer es sistematizar experiencias de acompañamiento terapéutico en la vida cotidiana a personas del territorio que hemos tenido. Eso no lo hemos sistematizado y lo queremos hacer. Todo lo que se va a ir produciendo lo vamos a ir sistematizando, justamente para poder pensar esa relación entre la lógica académica universitaria y la lógica territorial.

Cómo poder producir una experiencia que sea nutritiva para la organización, en este caso, para lo territorial y que la universidad aprenda, en nuestro caso, a ser parte de esa construcción, y que no avasalle con su propio saber, sino que pueda dialogar con los otros saberes.

¿Por qué es importante para la sociedad que ustedes estén desarrollando este trabajo?

Creo que el afán tiene que ver con lo siguiente. De alguna manera, en la universidad está primando una lógica de indicadores, en términos de investigación, por una parte: en muchas ocasiones lo que prima es el indicador más que los temas que estamos trabajando. Y la figura del académico o académica está gobernada por tener que producir en términos de investigación, muy exigida o exigido, y uno de los efectos es restar tiempos a otras actividades que, en principio son parte de la misión universitaria, como, por ejemplo, la extensión.

Para nosotros era un gesto la postulación al Valentín Letelier porque nos parece que es, lamentablemente, el único instrumento que está teniendo la universidad para vincularse con el medio. Pero además en ese gesto me parece que habría que fortalecerlo. Aunque es parte de la misión universitaria, la extensión no es lo que está primando hoy en día. 

Por otra parte, institucionalmente entendemos que el Fondo Valentín Letelier es la manera en que la universidad se está vinculando y nos parecía que eso nos podía ayudar institucionalmente a poder generar ciertos vínculos con la organización territorial.

Para ustedes, ¿qué es el Fondo Valentín Letelier?

Creo que es un gesto de resistencia de la universidad. Este fondo, aunque sea exiguo, me parece que es el gesto que está teniendo la universidad. Para aquellos que están vinculados, que no somos de la ۶Ƶ, es un gesto de reconocimiento. El estar reconocidos en un proyecto de una universidad que tiene tantos años, y que pone también su conocimiento, su tiempo, sus horas para pensarnos.

¿Por qué la ۶Ƶ debe estar en los territorios?

En principio, la universidad está abierta a la realidad chilena en su completud, y esa realidad es heterogénea, diversa. Parte de esa diversidad y heterogeneidad son estos territorios como otros grupos humanos, en donde cada vez hay más acceso hacia la universidad, pero que la relación con la universidad no necesariamente, sobre todo para las generaciones más adultas, no tenían una relación necesariamente directa.

El que nos vinculemos con los territorios nos permite comprender y conocer la diversidad de la cotidianidad chilena. Esto es absolutamente necesario, si no, estamos en una burbuja respecto a ciertos grupos sociales que no es la mayoría del país. Y creo que nos falta mucho camino todavía, pero creo que este es un muy buen paso, y ya llevan 15 años en ello.

Me parece que es una apuesta necesaria para sostener la idea de universidad. Porque si no, nos vamos a elitizar, si es que ya no lo somos. Entonces, me parece que para nosotros sobre todo es muy necesario. Para las ۶Ƶes, por supuesto, que es una idea de que haya otros que puedan tener su tiempo con ellos y poder pensarse, es un aliciente. Y yo creo que ahí tenemos también que estar.

¿Cuáles son los principales desafíos que se vienen en la ejecución de su Fondo Valentín Letelier?

Creo que es un proyecto que requiere de mucha coordinación, de aunar muchas voluntades, porque hoy en día somos muchos los que estamos participando del proyecto. No es sencillo, sobre todo con esta diversidad. Es un desafío que, en ese aunar voluntades, prime la lógica y el ideario de las organizaciones territoriales con las que estamos trabajando. Es un desafío también el cómo poder pensar una continuidad, que esto no sea un proyecto que abra y que cierre, sino que sea un proyecto que empuja para poder dar continuidad al trabajo.

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