Casi un año ha trascurrido desde la última elección de la Federación de Estudiantes de la U. de Chile (FECh), que no superó el quórum mínimo. Tras los resultados, el Consejo de Representantes de Centros de Estudiantes de la Universidad (Crece) asumió las funciones de la mesa directiva de la FECh de manera indefinida. Lejos de tratarse de un caso aislado, federaciones universitarias de todo el país han sido golpeadas por la falta de participación de sus bases.
Esta situación ha generado incertidumbre en torno a la participación política de la población joven, en general. Para el Senador Universitario Óscar Aguilera, doctor en antropología social y cultural y académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la ۶Ƶ, “una de las características de la juventud actual es su diversidad de formas de incidencia e involucramiento sociopolítico”, es decir, tienen muchos otros ámbitos de participación además del estudiantil.
“Según una encuesta regional sobre juventud y política en América Latina, los/as jóvenes ocupan un papel altamente decisivo en las preferencias políticas de sus familias. Cuando se les pregunta cómo expresan o traducen su interés en la política, casi un 50% -dependiendo de la variabilidad de los países- responde que tienen la posibilidad de orientar las preferencias electorales de sus papás, sus abuelos, sus mayores. Y eso es un cambio de época, estamos pasando a otro nivel”, declaró.
El estado actual del movimiento estudiantil
Por otro lado, Aguilera señaló que cualquier balance respecto al estado actual del movimiento estudiantil no opera por fuera de un horizonte de expectativas. “Hay una narrativa histórica que señala que la principal misión de los jóvenes es construir el cambio. Pero esa expectativa de la sociedad en términos institucionales y globales no necesariamente se traduce en la práctica cotidiana ni la subjetividad construida desde el propio sujeto”, dijo.
Este relato sobre si los estudiantes participan mucho o poco, explicó el experto, “es complejo porque deja afuera al mundo adulto e institucional del ‘problema de participación de los jóvenes’, que es visto como un fenómeno ajeno a ellos”.
“Como universidades debemos potenciar los procesos de apertura democrática y triestamentalidad que están en curso, ya que es la única posibilidad de volver a tener una participación mucho más sustantiva, más responsable y aportativa por parte de los jóvenes en estos espacios. Cuando nos preguntemos por la participación juvenil preguntémonos también qué hacen las instituciones al respecto”, concluyó.
Estas y otras reflexiones tuvieron lugar en el foro radial Hablemos TodUs titulado “¿Participación en crisis? El estado actual del movimiento estudiantil”, espacio organizado por el Senado de la ۶Ƶ y la Radio ۶Ƶ.