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Envejecimiento saludable:

Académicos Uchile estudian beneficios del trasplante de microbiota en personas mayores

Académicos Uchile estudian trasplante de microbiota en mayores
Académicos del INTA publicaron a comienzos de año un paper en la revista Aging & Disease sobre los efectos de la microbiota intestinal para evitar enfermedades asociadas al envejecimiento, a través de un modelo preclínico.
Gonzalo Jorquera, investigador del INTA sostiene que "identificamos que cuando el donante es físicamente activo y joven, y le damos su microbiota a un individuo (ratón) envejecido y luego evaluamos diversos parámetros de la cognición, esta mejora".
"Se ha observado que la microbiota intestinal puede contribuir a retrasar el envejecimiento patológico", afirmó la doctora e investigadora del INTA, profesora Pamela Urrutia.

Identificar diversas estrategias que ayuden a potenciar la resiliencia en adultos mayores, como factor clave para mantener una buena calidad de vida y una mejor autonomía en la última etapa de la vida, es el objetivo de la investigación que encabezan los doctores Gonzalo Jorquera y Pamela Urrutia, académicos del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la U. de Chile.

Ambos, en colaboración con el profesor de la Universidad de Complutense de Madrid, han estado trabajando en modular la microbiota intestinal en las personas mayores.

La microbiota intestinal es el conjunto de bacterias, virus, hongos y arqueas que viven en nuestro intestino y que tienen una relación simbiótica con nosotros”, dice el doctor Gonzalo Jorquera.

Agrega que “hoy sabemos que la microbiota ejerce funciones reguladoras sobre el cerebro, el músculo y en la función del hígado”.

Asimismo, la doctora Pamela Urrutia, explica que “en sí, el problema no es el envejecimiento, sino el mal envejecimiento que va asociado al desarrollo de enfermedades. Se ha observado que la microbiota intestinal puede contribuir a retrasar el envejecimiento patológico. Diversas investigaciones científicas han evidenciado que, bajo ciertas condiciones, la composición y la diversidad de la microbiota intestinal influyen positivamente en funciones clave como la respuesta inmune, el metabolismo y la salud cerebral, factores estrechamente relacionados con un envejecimiento saludable. Sin embargo, esto no implica que una persona rejuvenezca o que el tiempo se revierta, sino que el proceso de envejecimiento puede desarrollarse de manera más equilibrada y con una mejor calidad de vida."

Uno de los principales temores de las personas mayores, dice el profesor Gonzalo Jorquera, es “perder la autonomía, en el fondo, depender de otros individuos para cosas cotidianas, como ducharse, ir al baño, tomar transporte público, o hacer las cosas de la casa. Justamente, lo que estas estrategias buscan es que ojalá esa autonomía y esa etapa saludable del envejecimiento se mantengan lo más posible en el tiempo”.

Lo que ocurre actualmente es que la esperanza de vida ha aumentado mucho, explican los investigadores del INTA, y en nuestro país las personas tienen una esperanza de vida, en el caso de las mujeres, hasta casi los 85 años. Pero, la etapa de vida saludable no llega hasta esa esperanza de vida. Entonces, las personas pasan diez o más años viviendo con una mala o muy mala calidad de vida porque están con una enfermedad crónica, con una disminución importante de la autonomía, o con demencia.

Con la investigación de los académicos Uchile, lo que se busca es evitar o retrasar la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento.  “Lo que buscan estos programas y nuestro proyecto es justamente identificar estrategias para aumentar ese periodo de envejecimiento saludable”, afirma el profesor Jorquera.

El paper  publicado a inicio de este año en la , es fruto de una investigación que lleva ya un tiempo en estudio.  

Lo que nosotros estamos haciendo ahora es trabajar en un modelo preclínico en donde estamos tomando microbiota intestinal de un donante joven que es físicamente activo”, dice el profesor Jorquera. Esto, explica, porque cuando uno es adulto joven tiene un peak de diversidad en la microbiota, con una alta presencia de bacterias saludables.

“Tomamos la microbiota intestinal de ratones jóvenes y físicamente activos y a través de un trasplante de microbiota intestinal, administramos este consorcio de bacterias al ratón envejecido y vemos sus resultados”, dice Jorquera.

Por su parte, la doctora Urrutia explica que “que la composición de estas bacterias es sumamente importante, ya que se ha comprobado que ciertas especies son beneficiosas para la salud. Estas bacterias pueden regular procesos antiinflamatorios, secretar metabolitos con funciones clave, contribuir al equilibrio del metabolismo general del organismo en el que habitan y reducir la presencia de bacterias potencialmente dañinas”.

Identificamos que cuando el donante es físicamente activo y joven, y le damos su microbiota a un individuo (ratón) envejecido y luego evaluamos diversos parámetros de la cognición, esta mejora. Hay menos neuroinflamación, hay más plasticidad sináptica, mejor aprendizaje, mejor memoria, la función del intestino también mejora”, dice doctor Jorquera. 

En otras palabras, comprobaron que dicho procedimiento sí podría afectar la salud cognitiva en ratones envejecidos. “Hemos visto que aparentemente esta estrategia de rejuvenecer la microbiota intestinal en un contexto de un animal envejecido tiene efectos positivos; al menos, eso hemos identificado, sobre la cognición de los animales envejecidos que puede tener efectos muy importantes para pensar en tratamiento contra la demencia o el declive cognitivo, situaciones muy presentes en personas mayores”, dice Jorquera. Los investigadores están actualmente investigando si estas modulaciones de la microbiota intestinal también pueden potenciar la salud muscular y metabólica en personas mayores. 

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