Hace siglos, en plena época pre-colonial, el guanaco ocupaba todo el territorio sur de Sudamérica. Familiar de la llama y la alpaca, este camélido es el mamífero terrestre más grande de Chile, y se caracteriza por sus piernas y cuello largo, además de su pelaje suave de coloración café-rojizo y blanco. Utilizado principalmente para obtener proteínas, vestimenta y como animal de carga, el guanaco -del quechua wanacu- llega a nuestra región por distintas migraciones:
“Los camélidos surgen en Norteamérica hace muchos millones de años atrás y es desde allí que empiezan a migrar hacia el sur de América y a través del Estrecho de Bering también logran pasar hacia Asia. Entonces saquemos un poquito esa idea de que los camellos vienen de Asia y de Arabia Saudita con los árabes, sino que más bien son americanos. Y los únicos camélidos que quedaron después de la extinción de la megafauna, hace 12.000 años, fueron el guanaco y la vicuña”.
Así explica Matías Guerrero, estudiante del doctorado del Departamento de Geografía de la ۶Ƶ e investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB. Junto a estos factores, se sabe que el guanaco fue cazado y semi-domesticado por indígenas, pero fue a partir de la Colonia con el arribo de los europeos que esta especie comenzó a desaparecer en gran parte del país. Su caza, la pérdida de hábitat y la introducción de ganado provocaron la disolución paulatina de sus poblaciones, culminando con su extinción en gran parte de Chile central.
Frente a este escenario, Guerrero junto a investigadores e investigadoras del IEB emprendieron en 2017 un ambicioso proyecto para reintroducir a los guanacos en la Región Metropolitana, específicamente en el Cajón del Maipo. Pero este no es un proyecto que busca la conservación del guanaco, más bien aspira a recuperar la relación guanaco-bosque esclerófilo, detalla el doctorante:
“El bosque esclerófilo es un bosque poco conocido. Y el bosque esclerófilo es el típico del ecosistema mediterráneo de Chile central, va aproximadamente desde La Serena, Los Vilos, hasta Biobío y La Araucanía. Y a partir de eso, lo que ocurre en este lugar es el desarrollo del bosque y matorral esclerófilo. Ese es el centro de atención de nosotros”.
Guanaco y espino: un súper match en el Tinder de vegetación
Pero, ¿por qué el guanaco se lleva tan bien con esta especie del bosque? ¿Y por qué es interesante analizar dicha relación?
“Creemos que el guanaco tiene un super match -en el Tinder de vegetación- con el espino, porque el espino es una especie nodriza. ¿Qué quiere decir eso? Que cuando el ecosistema está degradado, llega el espino, se mantiene y permite que después otras especies se asienten. Pero ¿cómo colocamos el espino? El espino necesita de un animal rumiante para que pueda crecer, porque la semilla del espino es durísima. Entonces, para que la cáscara de la semilla se degrade, tiene que pasar por el tracto digestivo de un animal rumiante. El guanaco tiene tres estómagos y a partir de la digestión que hace permite que degrade y cuando la defeca, y voilá, empezamos a tener bosques de espino. Entonces, ¿a quién tenemos que reintroducir? Al guanaco, para que se active la regeneración”.
Este gran herbívoro es considerado por el equipo del IEB como un verdadero jardinero natural, por su capacidad para ayudar a la regeneración y biodiversidad de este ecosistema, altamente degradado por la acción humana y la megasequía. Para ello, reintrodujeron cinco ejemplares del mamífero al interior de una hectárea en la zona de Altos de Cantillana, Región Metropolitana.
“Y lo que nos empezamos a dar cuenta es que el guanaco, a diferencia de la vaca o la cabra, tiene una capacidad de cortar las ramas increíble, más fino que una tijera. Y si uno lo ve a una escala mayor temporal y espacial nos damos cuenta que si el guanaco estuviera por mucho tiempo en ese lugar, los espinos probablemente van a ser más frondosos, si son más frondosos generan más sombra, si generan más sombra producen más humedad abajo, y si hay más humedad abajo hay más probabilidad de que germinen otras especies”, especifica el biólogo.
Impactos socio-ecológicos en la reintroducción de una especie
Para Guerrero, estos resultados indican que el guanaco puede tener una relación evolutiva con el espino, desde hace millones de años y que hasta el día de hoy ambas especies se benefician mutuamente con esta interacción. Pero reintroducir guanacos en áreas protegidas y habitadas no está exento de desafíos. Por lo mismo, hay que pensar en los aspectos socio-ecológicos a considerar cuando se reintroduce una especie.
Así detalla Catalina Silva, estudiante de Biología con mención en Medio Ambiente de la ۶Ƶ: “Cuando hablamos de una iniciativa de conservación o de reinserción de especies, es fundamental evaluar esta dimensión social, y dialogar con las ۶Ƶes que viven aledañas a estas zonas de reinserción”.
Para la activista y divulgadora científica originaria de la Región de Aysén, sin la colaboración y apoyo de las ۶Ƶes, muchos de estos proyectos fracasan. Esto, porque cuando se trabaja con fauna, no solo se tiene que generar protocolos para resguardar a dichas especies. También se deben promover instancias de diálogo y de información en torno a los posibles efectos que dicha intervención conlleva.
Como por ejemplo, la reactivación de una cadena trófica interrumpida que involucra al guanaco, al puma y al cóndor. Esto podría afectar profundamente y de distintas maneras al ecosistema, del cual no tenemos que olvidar que somos parte. Pero, ¿promover la participación de las ۶Ƶes se ha vuelto una tendencia en la práctica científica actual?
“Creo que es una tendencia que ha ido creciendo en el último tiempo, pero nos falta. En el caso de la reintroducción del guanaco, la participación se ha utilizado no solamente para conversar y conocer a la ۶Ƶ, sino también para la recopilación de los datos, para generar también cierto tipo de consenso. Pero no es lo que ocurre siempre”, indica Silva.
En algunos de estos procesos, las acciones por parte de la academia o instituciones públicas han provocado un rechazo a colaborar, puesto que no se le invitó a la ۶Ƶ a participar desde un principio. O más bien, los procesos llevados a cabo fueron de carácter consultivo y no integralmente participativo. “Entonces ahí es importante que estos científicos promuevan la participación de las personas, que puedan tener una silla en esta mesa redonda cuando estamos trabajando y tomando decisiones tan importantes como modificar un territorio en el cual ya habitan personas”, puntualiza la activista.
Un caso particular que rescata la estudiante Uchile es el de la Ranita del Loa, especie endémica de Calama que se encuentra en un estado crítico de extinción. Un trabajo del cual la ۶Ƶ, por medio de distintas unidades, ha sido partícipe. “Y ahí sucedió algo súper bonito y es que toda la ۶Ƶ se organizó y pudieron aprender sobre esta especie. Hoy la Ranita de Loa ya es prácticamente un icono de la zona norte y es algo súper bonito a lo que tenemos que apuntar”.
Si quieres saber más al respecto, te invitamos a revisar el capítulo 163 de ۶Ƶ Podcast. Ya disponible en , , y .