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Palabras Ceremonia 25 años del Centro de Modelamiento Matemático (CMM)

Es un honor participar, en representación de la ۶Ƶ, en esta celebración de los 25 años del Centro de Modelamiento Matemático de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, con la cual no solo se reconoce la destacada trayectoria del Centro, sino que también la voluntad y el compromiso de quienes lo han impulsado e integrado, para desarrollar desde Chile una ciencia de proyección e impacto internacional.

A lo largo de estos años, el CMM ha sido un actor central en el desarrollo del ecosistema científico de Chile, porque junto con establecerse como un centro de excelencia, ha inspirado y servido de modelo para sentar las bases de una estrategia nacional, fundada en la colaboración y en el compromiso interuniversitario para la solución de problemas complejos. Es, de esta manera, ejemplo de una academia abierta, consciente de su rol público y responsable con la construcción de país.

El CMM ha conseguido afianzar una relación sistemática entre el conocimiento matemático avanzado y los desafíos estratégicos del Estado. Sus aportes en políticas públicas, formación de personas y colaboración internacional han fomentado y enriquecido una forma de hacer ciencia situada, con impacto más allá de nuestras fronteras.

En ese proceso, la relación con Francia ha sido clave. La colaboración entre el CMM y el Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) —institucionalizada desde los primeros años del Centro— ha sido una muestra ejemplar de cómo la cooperación científica internacional puede fortalecer capacidades locales y, al mismo tiempo, proyectar desde el sur un conocimiento con vocación global. Este vínculo requirió desde su origen que existiera el convencimiento en Chile de que teníamos algo significativo que aportar, y en Francia, la confianza de que seríamos socios relevantes, dando curso a un tipo de asociación pionera para el CNRS. Estamos muy contentos de haber renovado nuestro convenio.

Pero el CMM no solo ha transformado su entorno externo. También ha sido una fuerza de cambio al interior de la propia Universidad, introduciendo nuevas formas de organización, impulsando el trabajo interdisciplinario y generando vínculos sostenidos con el mundo público y privado, que han desafiado y enriquecido nuestras estructuras académicas tradicionales.

Junto con ello, ha sabido salir de sí mismo y aventurarse desde su campo específico a otras disciplinas. Tal vez lo más emblemático, desde este punto de vista, es su aporte a la educación escolar a través del Laboratorio de Educación ARPA y el impulso inicial a la creación del Centro en Investigación Avanzada en Educación (CIAE), que sirvió de base para la formación del Instituto de Estudios Avanzados en Educación (IE) de la ۶Ƶ.

Este aniversario nos encuentra en un momento complejo, en el que principios que hasta hace poco considerábamos indiscutibles están siendo cuestionados, como el que la colaboración es esencial para enfrentar problemas complejos; que los grandes desafíos globales –como el cambio climático– requieren respuestas basadas en la cooperación internacional; que el trabajo científico debe sustentarse en la libertad académica; y que la racionalidad propia de la ciencia merece ser reconocida y respetada, o que la búsqueda de la verdad no puede ser reemplazada por la mentira. Más allá de los arbitrarios recortes presupuestarios anunciados a los centros de estudio, se trata de una cruzada contra el conocimiento científico, históricamente entendido como bien público, que está siendo intervenido desde las lógicas del poder autoritario. Avanzar en esa dirección no solo comprometerá el desarrollo, sino también la paz.

Es por ello que el acuerdo que hemos firmado es tan importante, porque además de su valor intrínseco, se funda en principios que hoy, más que nunca, deben ser proclamados y difundidos, dada su relevancia para nuestro destino común.

En ese sentido, hoy quisiéramos reafirmar la voluntad de seguir fortaleciendo la cooperación interuniversitaria en y desde el CMM, así como continuar afianzando el vínculo con todos los socios que hacen posible abordar temas clave para el país y, por cierto, el trabajo conjunto con el CNRS. Copernicus, el supercomputador, las colaboraciones en ciencias biológicas, entre otras tantas, están ahí –qué duda cabe– para aportar a objetivos comunes en el entendido que somos interdependientes y que nuestras capacidades deben estar disponibles para todos y todas. Esa es la sociedad en que nosotros y nosotras creemos y por la cual trabajamos.

Agradecemos profundamente al CMM por estos 25 años de aportes sustantivos a la ciencia y al país, y les invitamos a seguir creciendo como parte activa de un proyecto universitario comprometido con el conocimiento, que descansa en el talento y el coraje cada una de las personas que son parte del Centro y que día a día dan vida a su misión.

Muchas gracias.

Rosa Devés Alessandri
Rectora de la ۶Ƶ

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