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Entrega del documento “Propuestas transversales para el Chile de 2050” de Proyecta Chile 2050 a candidaturas presidenciales

Es un gran gusto saludarles en este encuentro que nos reúne para compartir el trabajo realizado en Proyecta Chile 2050, que pone la mirada en el futuro y que ha sido concebido con esperanza y un profundo sentido de responsabilidad. Agradecemos a las más de dos mil personas que, reunidas en veinte mesas de trabajo, abordaron diversos desafíos nacionales, los que son –al mismo tiempo– desafíos globales.

Para las universidades, enfrentar los desafíos del futuro no es algo nuevo. A lo largo de los siglos, han sabido asumir ese reto y mantener viva su vocación de abrir caminos, educando a las personas que darán forma al mañana, generando el conocimiento necesario para comprender el mundo y nuestro lugar en él, y así contribuir al desarrollo de la sociedad.

El desafío de Proyecta Chile 2050 no consiste únicamente en adaptarnos a los cambios, sino también en construir, de manera colectiva, el futuro que queremos.

Los cuatro pilares que organizan las propuestas del documento que hoy se entregará a cada candidatura abordan dimensiones esenciales de nuestra vida en común: cuidar y profundizar nuestra democracia, crecer de manera sostenible, desarrollar nuevas capacidades y contribuir al bienestar social fortaleciendo la confianza pública.

Diversas mediciones, tanto en nuestro país como a nivel global, han mostrado una sostenida tendencia de disminución de la confianza, que incluso ha dado paso a un nuevo sentimiento dominante: la percepción de agravio. Así lo muestra el Barómetro de Confianza Edelman, que desde hace 25 años evalúa los niveles de confianza en las empresas, los gobiernos, los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales. También se observa que esto impacta directamente en el optimismo con que se aprecia el futuro.

Estos resultados son consistentes con tendencias observadas en mediciones independientes realizadas en Chile, como el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que advierte una creciente desconfianza en las instituciones y un bajo compromiso con la acción colectiva.

El trabajo que hoy presentamos, por el contrario, surge del encuentro de múltiples saberes y experiencias puestas al servicio del bien común. La posibilidad de abordar científicamente una amplia diversidad de temas es posible gracias a que Chile ha mantenido un esfuerzo sostenido para generar capacidades intelectuales, científicas y humanas, lo que debe ser motivo de orgullo. Contar, como país, con una institucionalidad científica que, aunque perfectible, es robusta, y con personas bien preparadas para enfrentar preguntas y desafíos relevantes, representa sin duda una fuente legítima de confianza para enfrentar un futuro complejo. El apoyo decidido a la ciencia y la tecnología es así fundamental, no solo para el avance del conocimiento, sino como expresión de soberanía intelectual.

Enfrentar los grandes desafíos en unidad no es solo eficaz, sino que además tiene un profundo efecto en nuestra convivencia, porque la ciencia, que no conoce fronteras ideológicas o nacionales, es una práctica que fortalece la cohesión social y fomenta la confianza en nuestras capacidades. Como se señala en el informe, “la crisis climática, que aparece como una amenaza devastadora, puede convertirse en un motor para acelerar la transición hacia energías limpias y modelos sostenibles de desarrollo. La presión migratoria y los cambios demográficos tensionan hoy nuestros sistemas de salud y educación, pero también pueden enriquecer nuestra cultura y dinamizar la economía si se gestionan con visión inclusiva. Y del mismo modo, el deterioro de la seguridad y la confianza en las instituciones democráticas amenazan con fragmentar el tejido social, no obstante, nos abre la posibilidad de reforzar el Estado de derecho, revitalizar la participación ciudadana e innovar en la gestión pública”. Pero si no hacemos de esta crisis una oportunidad, el futuro será oscuro.

Por lo anterior, junto con entregar estas propuestas, queremos comunicar con claridad que en nuestro país existen profesionales y especialistas de las universidades, el Estado, el sector privado y las ۶Ƶes que se encuentran comprometidos para contribuir con estas tareas.

La investigación y la innovación nos ofrecen un lenguaje común, sustentado en la reflexión y la evidencia, que es efectivo para combatir la desinformación y para fortalecer la confianza social, permitiendo que las políticas públicas se construyan sobre consensos informados y no sobre creencias.

Por último, quiero aprovechar este momento para recordar a nuestro fundador, Andrés Bello, al cumplirse 160 años de su fallecimiento. Su legado nos convoca a volcar nuestra esperanza en la razón, el diálogo y la capacidad transformadora del conocimiento. Es por eso que los reconocimientos que se le han brindado en estos días no son solo un homenaje a su memoria, sino también un compromiso con la tarea que nos legó de aportar a la construcción de conocimiento y a la universalización de los saberes, herramientas fundamentales para mejorar las condiciones de nuestro país.

Muchas gracias.

Rosa Devés Alessandri
Rectora de la ۶Ƶ

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