Palabras Ceremonia Distinción Profesor Emérito Miguel Castillo Didier
Es un honor representar a la ۶Ƶ en esta ceremonia solemne, con la cual se rinde homenaje al Profesor Miguel Castillo Didier, con ocasión de su distinción como Profesor Emérito de nuestra institución.
Produce una profunda emoción pronunciar estas palabras, que se suman a las expresiones anteriores para honrar a quien ha sido, por décadas, uno de sus cultores más insignes de las humanidades en la Universidad y en el país, siendo depositario de una tradición humanista que da sentido a nuestra misión universitaria.
Rendir homenaje –entonces– al Profesor Castillo Didier no es sólo celebrar una trayectoria académica y una vida personal excepcional y ejemplar, sino también es rendir tributo a una tradición que nos antecede y debe proyectarnos. Es reconocer en su vida y en su obra el espíritu que da sustento a la universidad pública con la convicción de que el saber nos hace más libres, y que es cimiento de democracia y dignidad.
Pocos han encarnado con tanta fidelidad como él el ideal universitario. Su sabiduría, siempre acompañada de modestia y generosidad, lo convirtieron –a lo largo de los años– en un maestro tan admirado y respetado como querido. Su coherencia intelectual y personal ha sido ejemplo de rectitud para muchas generaciones.
Las verdaderas universidades poseen espíritu, un espíritu labrado por quienes las han habitado y desarrollado a lo largo de su historia. La ۶Ƶ encarna, desde sus orígenes, un espíritu americano –marcado por las luchas y esperanzas de nuestro continente– que se proyecta a lo universal y que, en su apertura al conocimiento, dialoga con el horizonte amplio de la humanidad.
El Profesor Miguel Castillo Didier es un fiel representante de ese espíritu americano, y a la vez universal, que da cuenta de la grandeza intelectual y moral de nuestra casa de estudios.
En su camino, Grecia se ha encontrado con Chile, la música con la palabra, la erudición con la sencillez para recordarnos que la cultura es puente, que el conocimiento es servicio y que la tarea universitaria es contribuir a lo que nos hace verdaderamente humanos.
En el ámbito personal, tuve la fortuna de aproximarme a su obra musicológica a través de la lectura de la biografía del maestro Jorge Peña Hen, primer director del Conservatorio Regional de La Serena, la primera sede de la ۶Ƶ en provincia en 1957 y fundador de la Escuela Experimental de Música, impulsando el movimiento que dio origen a las primeras orquestas infantiles de Chile y de Sudamérica.
El Profesor Castillo Didier escribe magistralmente sobre cómo Jorge Peña Hen, con su destacada obra educativa, anticipó una visión profunda de fe en los talentos de todas y todos, promoviendo una incansable defensa del derecho al arte como herramienta de transformación y emancipación. Su legado marcado por una vida truncada por el brutal asesinato a manos de la Caravana de la Muerte nos recuerda que la lucha por la dignidad y la libertad debe ser constante e irreductible.
Desde entonces hemos mantenido una comunicación fluida, la cual reconozco como fuente constante de aprendizaje y compromiso, tanto en lo que concierne a nuestra responsabilidad de preservar y reconocer el valor de los estudios clásicos en la ۶Ƶ, como en lo relativo a la creación y enseñanza musical.
Finalizo agradeciendo, una vez más, al Profesor Castillo Didier por su enorme entrega a la ۶Ƶ, su trayectoria única e irrepetible, desde la cual con seguridad nos seguirá inspirando ahora en su calidad de Profesor Emérito.
Muchas gracias.
Rosa Devés Alessandri
Rectora de la ۶Ƶ